En este tercer bloque hemos hablado de las tres estrategias
que existen para leer o contar un cuento, estas son Cuentacuentos, Narración con
libro o Lectura.
Cuentacuentos
Esta estrategia consiste en contar un cuento sin utilizar un
libro. Los textos que elijamos para esta forma de contar cuentos siempre han de
ser textos folclóricos. Debemos tener en cuenta que esta estrategia es la que
más desarrolla la imaginación, pues los niños no disponen de la visualización de
imágenes, así que nosotros debemos medir la información que queremos darles
para que imaginen. Una de las grandes ventajas de los cuentacuentos es que, aunque
tengas que seguir la estructura del texto, puedes acortar o alargar aquellas
partes que veas conveniente según las reacciones de los niños. Podemos utilizar
esta estrategia desde los 0 años.
Narración con libro
En esta estrategia contaremos un cuento siguiendo sus imágenes,
pero sin leer lo que viene en el libro. Es decir, nos leeremos el cuento y nos
lo prepararemos de tal forma que a la hora de contarlo usaremos nuestro propio
lenguaje y haremos la historia nuestra, pero siempre nos ayudaremos de las
imágenes que aparecen. Este tipo de narración favorece el desarrollo del
razonamiento icónico. Esta estrategia favorece mucho la interacción con los
niños, pues puedes hacer preguntas durante el cuento sin que los niños pierdan
el hilo, en la estrategia anterior si hacemos muchas preguntas, al no estar
guiados de imágenes pueden perderse.
Lectura
En esta estrategia escogeremos un cuento, usando el análisis del
primer bloque para saber si es correcto para los receptores, y lo leeremos tal
cual aparece en el libro, no podemos añadir ni quitar nada. Debemos tener en
cuenta que no debemos cambiar las voces durante la lectura pues esta ha de ser totalmente
fiel. Esta estrategia lo que más favorece es un modelo de lectura adulto.
Factores para
seleccionar si vamos a leer o contar un cuento:
Contar:
-Si tenemos que adaptar o explicar algo.
-Si las imágenes son ricas y llamativas elegiremos narración con
libro.
-Los niños muy pequeños no son capaces de aguantar la lectura
entera así que será mejor contarlos.
-Si creemos que las funciones que aparecen en el texto no son
adecuadas podremos adaptarlo y contarlo.
Lectura
-Si un libro está muy bien escrito y crees que no vas a poder
contarlo tan bien como lo ha escrito el autor lo mejor es leerlo.
-A partir de los 4/5 años los niños ya son capaces de
aguantar una lectura completa y podremos usar esta estrategia sin ningún
problema. Además, los niños ya relacionan mejor las imágenes con el texto.
Tras la finalización de la teoría de este bloque hicimos un
taller que consistía en que nos dividíamos en grupos de tres y cada miembro del
equipo debería prepararse una estrategia para el jueves 25 de abril y este día,
nos lo tendríamos que contar, haríamos tres lecturas en grupos diferentes y
deberíamos recoger aquellas opiniones que nos daban los compañeros para
intentar contarlo mejor la siguiente vez. Creo que la realización de este
taller ha sido muy efectiva puesto que empiezas a romper el hielo a la hora de
contar o leer cuentos y además tus compañeros te comentan aquellos puntos más
fuertes o débiles para poder mejorar.
En mi caso elegí la estrategia de lectura, pues recordé el
cuento que analicé en la actividad del bloque 1, “Compota de manzana”, y quise
compartirlo con mis compañeros, al principio me pareció que la lectura era una
de las mejores estrategias puesto que cuando me lo preparé en casa vi que el
texto era correcto y que no era necesario hacer ninguna adaptación, así que tenía
claro que quería leerlo. Antes de comenzar la lectura del cuento siempre
aclaraba que ese libro se lo contaría a niños de 5-6 años, las razones para
esta elección son por el tamaño del libro, es un libro rectangular y bastante
grande por lo que niños más pequeños con menos desarrollo manipulativo podrían
tener dificultades a la hora de cogerlo; porque el libro trata sobre las
relaciones familiares, y a estas edades la familia es un punto muy importante
para ellos; además, creo que por la forma de hablar del personaje principal y
por sus pensamientos los niños pueden sentirse totalmente identificados con el
protagonista, recordemos que en esta etapa los niños se encuentran en un
momento de egocentrismo donde todo y todos son como ellos.
Para la preparación de la lectura de este cuento lo primero
que hice fue leérmelo 2 veces en voz baja, cuando ya tenía claro cómo era la
estructura del cuento empecé a leerlo en voz alta sin hacer mucho caso a la entonación,
la cual practiqué tras la lectura en voz alta del libro. Finalmente, la última
lectura que realice fue en voz alta, realizando la entonación que yo creía correcta
y haciendo pausas donde creía correspondiente, además señalaba las imágenes para
que los “niños” no perdieran detalles de ellas, Esta lectura la realicé dos
veces, una sola y otra leyéndole el cuento a mi madre. Siendo sincera, nunca
había pensado que era necesario la preparación de la lectura de un cuento, pues
al fin y al cabo solamente tienes que leer lo que pone y listo, pero con esta
actividad me he dado cuenta de que si te preparas el cuento con tiempo su
lectura va a ser mucho mejor para los niños, además a la hora de preparártelo debes
pensar aquellas preguntas que vas a hacer para la interacción. En mi caso decidí
preguntar “¿Os ha gustado el cuento? ¿Cuál es la parte qué más os ha gustado?
¿Vosotros también tenéis papás tormentosos? ¿Por qué?
Dejando de lado la teoría y la preparación de mi estrategia,
voy a comentaros cual fue mi experiencia en el taller.
Grupo 1 (con Ignacio Lombo y Ana M.ª Santos):
Esta primera vez estaba bastante nerviosa, era la primera vez
que le iba a contar el cuento a alguien que no fuera mi madre, pero me ayudó
bastante tener a estos compañeros al principio pues la verdad que me dieron la
suficiente confianza para relajarme y poder contarles el cuento de una forma
tranquila. Creo que el cuento les gustó bastante y mi lectura también, me
resaltaron que les parecía muy bien al ritmo que lo había contado y también me
aportaron que, aprovechando que en mi texto aparecían palabras en negrita podía
resaltarlas más. Esta primera experiencia fue muy buena, así que les di lasa
gracias y fui a otro grupo a ver si corregía lo que me habían mencionado.
Grupo 2 (con Alba Bravo y Marta Vega):
En este ya estaba un poco más relajada y me dispuse a leer mi
cuento y a resaltar aquellas palabras en negrita. Cuando acabe la lectura me
dijeron que les había gustado mucho el cuento y que no debía cambiar nada,
aunque por poner algún defecto, que podría incluir algo de texto en 3 de las
ultimas páginas que solo aparecían imágenes y se hacia una pausa muy larga, les
expliqué que en mi estrategia no podía añadir nada de texto y que tenía que ser
totalmente fiel en la lectura, aun así dije que vería como podía cambiarlo para que esa pausa no fuera tan larga y les
di las gracias.
Grupo 3 (con Cristina Méndez):
Con Cristina me sentí bastante más relajada, era la tercera
vez que contaba el cuento y, además, como me pasaba con el grupo 1 es con una
persona que tenía bastante confianza por lo que hice la lectura bastante
tranquila. Al igual que el resto de los grupos me dijo que le gustó mucho el
cuento y mi forma de contarlo, pero al igual que el grupo anterior me comentó
que había una pausa bastante grande en esas tres páginas. También le explique
en mi estrategia no podía modificar el texto pero que buscaría solución para
ello, le agradecí el comentario y fui a buscar a mi último grupo.
Grupo 4 (con Sheila Prieto y Beatriz Saiz):
En esta última vez ya no estaba nada nerviosa, leí el cuento
con tranquilidad, mostrando las imágenes, resaltando las palabras en negrita…
pero sin solución a lo de las imágenes, pues mis compañeras volvieron a resaltármelo.
Cuando terminó el taller me sentí muy contenta pues según pasaban
las veces que lo contaba me parecía que lo hacía mejor, aunque me preocupaba no
haber solucionado esa pausa. Tras hablar con la profesora llegamos a una solución,
y es que, aunque mi primera estrategia de la lectura no fuera incorrecta, si
utilizara la narración con libro podría adaptar el texto o interaccionar con
ellos en esas páginas y el problema estaría resuelto.
Creo que hacer este tipo de actividad, tanto el taller como
la escrita nos va a servir mucho en nuestro futuro docente, pues creo que es
muy importante distinguir cuando leemos o contamos un cuento y cuales son las
estrategias y sus pautas para hacerlo correctamente. Además, como he comentado
antes, hacer el taller nos acaba creando confianza en nosotros mismos y abrirnos
al público a la hora del cuento, y no solo eso, en mi caso me ha hecho darme cuenta
de que la estrategia que había elegido al principio no era la más correcta. Por
todo esto creo que es muy importante que nos preparemos bien la hora del
cuento, no se trata solo de leer o contar, se trata de que los niños lo
disfruten.
Bibliografía
Teoría
Labajo,
I. (2019). Literatura Infantil (Guía de trabajo). CSEU "La Salle."
Labajo,
I. (2019). Literatura Infantil (Apuntes de la asignatura). CSEU "La
Salle."
Información
El Desarrollo psicológico del niño de 3 a 6 años (2019): https://www.educacion.navarra.es/documents/713364/714655/desarrollo.pdf/298a5bed-2c05-4bcb-b887-7df5221d6a1e